domingo, 21 de agosto de 2011

MOTIVACIÓN

LA MOTIVACION PARA EL APRENDIZAJE

El término motivación hace alusión al aspecto en virtud del cual el sujeto vivo es una realidad autodinámica que le diferencia de los seres inertes. El organismo vivo se distingue de los que no lo son porque puede moverse a sí mismo. La motivación trata por lo tanto de esos determinantes que hacen que el sujeto se comporte de una determinada manera teniendo en sí mismo el principio de su propio movimiento.

Tradicionalmente hemos confundido motivación con el arte de estimular y orientar el interés del alumno hacia el trabajo escolar. Intento que queden claros ambos conceptos, en el mismo nivel real que deben quedar claras las actividades que corresponden al profesor que las que corresponden al alumno.



MOTIVACION

Es el interés que tiene el alumno por su propio aprendizaje o por las actividades que le conducen a él. El interés se puede adquirir, mantener o aumentar en función de elementos intrínsecos y extrínsecos. Hay que distinguirlo de lo que tradicionalmente se ha venido llamando en las aulas motivación, que no es más que lo que el profesor hace para que los alumnos se motiven.



La teoría impulsivista
El concepto de pulsión guarda cierta relación con el de instinto, pero está fundado en un factor de tipo biológico que lo hace más flexible y más ajustable a los procedimientos de la ciencia experimental. Se basa en la vieja idea de autorregulación (homeostásis). En virtud de este esquema el organismo que experimenta un desequilibrio interno, lo corrige mediante una interacción con el ambiente y de esta manera logra mantener el equilibrio.

El punto de partida es un estado de necesidad o carencia que crea por tanto el desequilibrio en el sujeto. Esto lleva a una inquietud que produce una actividad difusa, que se convierte en un impulso hacia el bien o incentivo cuya consecución produce la reducción de la necesidad y por lo tanto la restauración del equilibrio.

ESQUEMA DE HULL




Esta restauración es satisfactoria por lo que podemos relacionar esta teoría con la hedonista ampliándose las posibilidades de esta última. El proceso se puede esquematizar como el gráfico de la izquierda.

Este ciclo resulta válido para las necesidades de orden biológico, pero es difícil encajarlo completamente en la realidad evolutiva, progresiva y de desarrollo del comportamiento humano.

Teniendo en cuenta el componente cognoscitivo de la persona, esta tiene la posibilidad de prever lo que puede suceder en el futuro, lo que crea un desajuste entre lo que es en realidad y lo que se anticipa, dándose así el ciclo motivacional y por lo tanto su posibilidad de mejorarlo y perfeccionarlo. El tipo de motivos que le surgen a un individuo de una necesidad o desequilibrio es lo que se ha dado en llamar en la pedagogía actual motivaciones intrínsecas.

La teoría del incentivo, se ha tratado en la escuela tradicional, fundamentalmente a partir de la Ley del Efecto de Thorndike, como elemento de refuerzo para consolidar conductas en los individuos. Sin negar el refuerzo, si quiero dejar constancia, que en dicha escuela el refuerzo se ha confundido con las notas y los premios (refuerzo positivo), o con los castigos (refuerzo negativo). En la educación contemporánea, intentamos que el incentivo se desarrolle, o bien en la consecución del objetivo, sobre todo en alumnos adolescentes o adultos, o en la misma actividad que sea significativa, en los alumnos más pequeños.


LA TESIS DE MASLOW



Se ha tratado de sistematizar las necesidades humanas por parte de diversos autores y quizá la más aceptada y extendida es la de Maslow, que establece seis niveles representándolos en una pirámide escalonada de la forma siguiente:

Una característica fundamental para la interpretación de este esquema reside en que es preciso tener satisfechas las necesidades del escalón inferior para que puedan surgir las del siguiente. De esta manera se explican conductas aparentemente relacionadas con un nivel cuando en realidad se están intentando cubrir las de niveles inferiores. Esta escala es por tanto ascendente en su desarrollo, y determina el predominio de la necesidad inferior sobre la superior, que implica mayores dificultades de satisfacción cuando se trata de niveles superiores.


IMPORTANCIA DE LA MOTIVACION EN LA TAREA EDUCATIVA

El autoconcepto es el resultado de un proceso de valoración de la información recibida de la propia experiencia y de la opinión de las personas más cercanas, de ahí la importancia de que sea ajustado a la realidad y siempre positivo. Un niño con un buen autoconcepto tendrá también una autoestima elevada.

La autoestima está muy unida a la motivación. Si nos sentimos seguros de nuestra capacidad y tenemos una buena opinión de nosotros mismos, seremos capaces de afrontar retos por difíciles que parezcan, es decir, nos sentiremos motivados para enfrentar las dificultades.

El componente afectivo de la motivación lo constituyen las emociones. Hoy en día son muy frecuentes las referencias a la vertiente emocional de la inteligencia. La capacidad para regular nuestras emociones se encuentra también muy ligada a la motivación.
PAUTAS QUE PUEDEN SERVIR PARA DESARROLLAR LA MOTIVACIÓN
Despertar la curiosidad. Es de gran importancia que los aprendizajes tengan un valor significativo. En la medida que los contenidos propuestos puedan resultar cercanos al mundo del niño o puedan tener una aplicación práctica real tendrán un mayor valor motivacional. Todos los programas educativos vigentes en la actualidad persiguen este objetivo.

Generar sensación de control. Es necesario que el niño tenga conciencia de su capacidad para desarrollar los aprendizajes que se le proponen.

Promover el sentido de la responsabilidad. Debemos poner a nuestro hijo en la situación de ir creciendo madurativamente de acuerdo con las capacidades que le brinda su edad y momento de desarrollo.

Proponer metas con un grado moderado de dificultad. Una tarea excesivamente fácil pierde interés para el niño y le conduce al aburrimiento. Una tarea con dificultad excesiva puede hacerle sentirse superado y abandonar.

Favorecer el aprendizaje independiente. Es conveniente que nuestro hijo se enfrente inicialmente de manera individual a la tarea planteada.

Proporcionar seguridad y apoyo. Es aconsejable que el niño sienta la presencia del adulto, en caso de encontrar dificultades, que le proporcione el andamiaje necesario para resolver la tarea con éxito.

Valorar el esfuerzo insistiendo en que los errores son parte del aprendizaje. El niño necesita ver recompensado su esfuerzo, por lo que los adultos tenemos que atender más al proceso que al resultado.

Enseñar a atribuir el éxito a variables controlables (el esfuerzo, la constancia, la ayuda del profesor) en vez de hacerla depender de variables inconsistentes como la suerte o la casualidad.

Insistir en lo positivo antes que criticar lo negativo ayudará al niño a sentirse competente para la realización de la tarea propuesta y le animará a intentar mejorar lo que todavía no ha conseguido.

Exigir de forma realista y comprensiva. Debemos ser conscientes de las posibilidades y capacidades de nuestro hijo y exigirle en consecuencia.

Intentar ser el mejor ejemplo para ellos. El mejor estímulo será siempre intentar ser un buen modelo de actitud al que puedan imitar.

Mantener una relación constante con el colegio. Si tenemos en cuenta que familia y colegio perseguimos un objetivo común, la educación integral de nuestros niños, será muy positivo unir nuestras fuerzas y caminar en la misma dirección.




 







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